La Reserva Federal estadounidense anunció el miércoles el tercer recorte consecutivo de sus tasas de interés de referencia, en un cuarto de punto porcentual, a 4.25-4.50%, en línea con lo esperado por el mercado, pero se manifestó prudente a futuro y eso afectó a los mercados.
La decisión no fue unánime en el Comité de Política Monetaria (FOMC) de la Fed. La gobernadora Beth Hammack se pronunció en contra de un nuevo recorte en medio del informe de los índices de inflación.
El banco central, que revisó sus previsiones macroeconómicas, señaló de todos los modos que contempla solo dos recortes de tasas de un cuarto de punto porcentual cada uno en 2025, menos que las cuatro rebajas anunciadas hasta ahora. También aumentó su pronóstico de inflación para el año próximo, de 2,1% a 2,5%.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo en conferencia de prensa que si bien «la inflación pasó significativamente en los últimos dos años (…) sigue relativamente alta» respecto al «objetivo de largo plazo de 2%» que se plantea la Reserva Federal.
Además, señaló que el organismo está «significativamente cerca» de cerrar su ciclo de recortes ya que se acerca a la «tasa neutra», es decir el guarismo inocuo para la economía que no se ve impulsado ni frenada por los tipos de interés de referencia .
En este contexto, el banco central espera que la meta de 2% de inflación se alcance recién a fines de 2026.
Estos anuncios sorprendieron a Wall Street, que pasó lo ganado en la jornada y terminó en fuerte baja: el Dow Jones perdió 2,58%, el tecnológico Nasdaq 3,56% y el S&P 500 2,95%.
La Fed logró controlar la inflación gracias a una prolongada subida de tasas en los últimos dos años, tras lo cual comenzó a flexibilizar su política monetaria para impulsar la demanda y sostener el mercado laboral.
Tasas altas encarecen el crédito y desestimulan el consumo y la inversión, lo cual permite bajar presiones sobre los precios. Las tasas bajas generan el efecto opuesto.
El índice de precios al consumo (IPC) repuntó un 2,7% anual en noviembre. En tanto la otra medida de la inflación en Estados Unidos, el PCE, el índice más seguido por la Fed, se conocerá el 20 de diciembre.
La tasa de desempleo seguirá baja y prácticamente estable en 4,3%, según la Fed. Esto es apenas 0,1 puntos porcentuales por encima del dato previsto para finales de este año.
Así las cosas, la inflación persistente no debería pesar sobre la actividad económica, a la luz de los datos del banco central.
La vuelta de Trump
Esta es la última decisión de política monetaria de la Fed antes de que llegue Donald Trump al poder en Estados Unidos en enero.
El republicano propone subidas generalizadas de aranceles y la deportación masiva de millones de trabajadores irregulares.
Estos aviones, combinados con el reciente reporte en los datos de inflación, generan temores entre los analistas. Muchos de ellos esperan que las tasas altas se mantengan por más tiempo de lo esperado para contener las subidas de precios.
Según una encuesta a unas 500 empresas estadounidenses realizada por la firma de contratación de plantillas de currículum personal, el 82% de las compañías prevé aumentar sus precios si se establecen nuevos aranceles por parte de la administración entrante.
Trump ya anunció aranceles del 25% contra sus vecinos Canadá y México, lo cual podría impulsar los precios al consumo alza.
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