Aproximadamente 70 miembros del colectivo migrante Make the Road New York se manifestaron este miércoles a las puertas del consistorio neoyorquino para pedir al alcalde de la ciudad, Eric Adams, que les proteja frente al plan de deportaciones masivas que ha adelantado el presidente electo, Donald Trump, para su nueva Administración.
«No podemos permitir ningún tipo de relación entre Adams y Trump. Su historial de separación de familias y deportaciones nos da mucho miedo. Llega la Navidad y, en un momento que debería ser de celebración, sentimos más estrés y temor que nunca», aseguró la organizadora civil de Make the Road New York, Luba Cortés, en una convocatoria coincidente con el Día Internacional del Migrante.
Las peticiones de estas agrupaciones -entre las que también se encontraban Inmigrant Defense Project, UnLocal, Las Doñas Academy o el Centro de Derechos de los Migrantes de la Universidad de Nueva York (NYU)- llegan después de que Adams (Partido Demócrata) haya comenzado a acercarse a Trump, con quien ha sostenido conversaciones y ha expresado su deseo de cooperar en materia migratoria de cara a la nueva legislatura.
De hecho, el regidor neoyorquino mantuvo la semana pasada una reunión con Tom Homan, designado zar de la frontera por Trump, tras la cual dejó claro que ambos estaban de acuerdo en «perseguir a inmigrantes que están cometiendo delitos» y que trabajarán coordinados con el fin de deportarlos.
Para ese objetivo común, en el que no se matizó si se tendría en cuenta la naturaleza de los delitos o el contexto de los presuntos infractores, Adams aseguró que está examinando el alcance de sus poderes ejecutivos como alcalde para poder cooperar con los agentes de inmigración y sortear así el carácter de Nueva York como «ciudad santuario», que en teoría no le permite colaborar con las autoridades de Inmigración.
«Estoy profundamente preocupada por la reunión entre Adams y Homan. Me duele ver cómo hay una falsa retórica (antiinmigrante) que ha llevado hasta este punto. Siento miedo de salir a trabajar a la calle y no volver a ver más a mis hijos», relató Heidi Mójica, una migrante que ha construido su vida en la Gran Manzana pero con un estatus migratorio aún por regularizar.
La Alcaldía de Nueva York informó también la semana pasada que cerrará 25 albergues para inmigrantes en los próximos dos meses tras constatar una merma en el flujo de personas que han estado llegando a la ciudad desde hace dos años y a estrategias que, según la versión oficial, han hecho que 170.000 personas abandonen los centros en aproximadamente año y medio.
Desde Make the Road New York, sin embargo, indicaron a EFE que prefieren mantener la cautela al respecto y que están tratando de confirmar esa «mejora» de la situación con colectivos asociados.
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