La Universidad de Corea (Corea del Sur) ofrece un nuevo avance contra la hepatitis C para mejorar la esperanza de vida a través del tratamiento con antivirales de acción directa que mejora los resultados clínicos relacionados con el hígado y reduce la fibrosis hepática en pacientes con infección por el virus de la hepatitis C.
En el estudio, publicado en ‘eClinicalMedicine’, los investigadores Observaron que el tratamiento con AAD reducía la carga de enfermedad fibrótica y el riesgo de progresión de la enfermedad a cáncer o cirrosis, aumentando la expectativa de vida.
La infección por VHC es la causa subyacente de la hepatitis C crónica (HCC), la cirrosis hepática y el cáncer de hígado o carcinoma hepatocelular (HCC). En 2019, más de 290 000 personas murieron por enfermedades relacionadas con el VHC. Los avances médicos recientes han puesto a disposición de los pacientes con hepatitis C un nuevo tratamiento revolucionario.
Los AAD que bloquean la replicación del VHC han transformado drásticamente el enfoque del tratamiento con tasas de respuesta antiviral efectivas de alrededor del 90 por ciento. Sin embargo, no está claro si los AAD afectan la gravedad de la carga de enfermedad causada por la fibrosis hepática.
Para responder a esta pregunta crítica, el profesor asociado Seungbong Han del Departamento de Bioestadística de la Facultad de Medicina de la Universidad de Corea, Corea del Sur, colaboró con sus colegas de varios centros de Corea del Sur para evaluar el impacto de los AAD en la carga de enfermedad fibrótica en pacientes con infección crónica por VHC.
«Para las personas, la detección temprana y el tratamiento eficaz significarían menos complicaciones, mejores resultados de salud y una mejor calidad de vida. Las estrategias exitosas podrían servir como modelos para otros países con alta prevalencia de hepatitis C, lo que conduciría a una mejora global en el manejo de la hepatitis C», señala el profesor Han.
El equipo recopiló los registros médicos de 11,725 pacientes con infección por VHC de 29 instituciones de Corea del Sur. Compararon los datos de los participantes individuales de 3.261 pacientes no tratados con 8,464 pacientes tratados con AAD, durante un período de seguimiento de 27,5 meses. Para evaluar la gravedad y los resultados de la enfermedad hepática, analizaron indicadores no invasivos de fibrosis y rigidez hepática, y evaluaron su riesgo de desarrollar cáncer de hígado, deterioro de la función hepática y muerte.
Una de las limitaciones de este estudio es la dependencia de pruebas no invasivas para medir la fibrosis hepática. «Las puntuaciones no invasivas y la rigidez hepática no son precisas para detectar la reducción de la fibrosis después de una respuesta viral sostenida en pacientes con infección por VHC porque las mejoras en las pruebas no invasivas generalmente reflejan la reducción esperada de la necroinflamación, pero no de la fibrosis», explica el profesor asociado Han.
La biopsia del hígado es el método de referencia para medir y estadificar con precisión la fibrosis hepática. Sin embargo, los riesgos y la experiencia necesarios para realizar este complicado procedimiento limitan la repetibilidad. A pesar de la limitación, este estudio proporciona evidencia científica de que el uso de AAD es una estrategia crucial para reducir la carga de enfermedad basada en la fibrosis hepática y mejorar los resultados clínicos.
La sostenibilidad de la atención sanitaria requiere una asignación basada en la evidencia de los recursos sanitarios. Los hallazgos de este estudio justifican campañas de salud pública que conciencien sobre la hepatitis C y sus riesgos y promuevan la detección de la positividad del VHC en todo el país. Es probable que la intervención temprana con métodos antivirales avanzados reduzca los costos sanitarios asociados con el tratamiento de enfermedades hepáticas avanzadas como el cáncer o la cirrosis, liberando recursos para otras necesidades sanitarias críticas.
Noticias relacionadas
La maldición de los perredeistas y perremeistas
Reproducción asistida: Una opción cada vez más esperanzadora
Nueve de cada 10 embarazadas tienen bajos niveles de folato que pueden causar anomalías congénitas