MONGOLIA, 3 Sep.- El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha aterrizado en Mongolia, en la que es su primera visita a un Estado miembro del Tribunal Penal Internacional (TPI) desde que dicha corte emitiese una orden de arresto en marzo de 2023.
Desde que la semana pasada se confirmó el viaje, han sido varios los gobiernos internacionales, incluido el de Ucrania, que han recordado a Mongolia que como firmante del Estatuto de Roma está obligado a acatar todas las órdenes que surjan del tribunal de La Haya.
Las autoridades mongolas no se han pronunciado en estos últimos días, pero el Kremlin ya ha dejado claro que no está preocupado. Este mismo lunes, el principal portavoz presidencial de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, ha negado que existan «problemas» con el Gobierno de Mongolia vinculados a la orden del TPI, según la agencia Interfax.
La visita se prolongará hasta el martes e incluye reuniones de Putin con autoridades locales, con las que espera tratar por ejemplo las conexiones de gas hacia China. Putin participará en los actos oficiales para conmemorar el aniversario de una victoria militar en 1939 de tropas soviéticas y mongolas sobre las fuerzas de Japón.
Sobre Putin pesa desde marzo de 2023 una orden de arresto vinculada a la deportación forzosa de niños ucranianos, considerada un potencial crimen de guerra. El tribunal también reclamó este año la detención del exministro de Defensa de Rusia Sergei Shoigu y el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Valeri Gerasimov.
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